El 60% afirma sentirse totalmente o muy aceptada por sus compañeros varones.
Casi el 75% de nuestras taxistas tienen hijos, por lo que conciliar es fundamental para ellas. Con la pandemia es una tarea más difícil por las restricciones y el toque de queda.
7 de cada 10 mujeres taxistas ha sido discriminada, acosada o intimidada en algún momento por un cliente varón. No obstante, 3 de cada 4 considera que la sociedad ha evolucionado en términos de igualdad de género, gracias a movimientos sociales como el MeTOO, lo cual les hace sentir más seguras que hace 10 años.
Mi padre fue taxista y, por eso, decidí dedicarme a esta profesión. Además, el sector te ofrece mucha flexibilidad y es posible compaginar médicos, colegios, familia y trabajo. Desde el primer momento, me he visto muy arropada por mis compañeros.
Me siento muy orgullosa de todos ellos, porque, además de ser excelentes profesionales, han demostrado ser muy solidarios. Sobre todo, durante la pandemia. Nuestro sector se puso el taxímetro por Montera y, sin pensar en su propia salud y la de los suyos, se volcó en lo que mejor sabemos hacer: llevar a nuestros ciudadanos - en esta ocasión tanto personal sanitario como enfermos - a donde el colapso de esta locura no podía llegar.
Con ellos hemos llorado y nos hemos consolado viendo nuestra ciudad vacía y sin vida, con el único sonido de las sirenas.
Lo que me llevó a escoger el sector del taxi es la independencia del trabajo: no tienes un jefe al que dar cuentas, tú mismo te haces la jornada según vaya el trabajo y tus necesidades. Mi relación con los compañeros hombres es buena. Nunca he sentido discriminada. Todo lo contrario: les ayudo y me ayudan en todo lo que podemos. Hemos visto cómo la pandemia nos ha afectado a todos dentro del sector.
Al no haber turismo ni grandes eventos, el nivel de trabajo cae. Al menos, gracias a las aplicaciones de movilidad como la de FREENOW, no nos pasamos horas dando vueltas sin clientes por la ciudad; lo cual en muchas ocasiones frustra y afecta a nivel emocional. Afortunadamente, además, cuento con clientes fijos que cada semana confían en mí y en la tranquilidad de llegar a su destino en un espacio seguro e higiénico.
Conocí a un taxista y me hablaba maravillas. Por aquel entonces quería cambiar de trabajo y vi una oportunidad, me examiné de la cartilla y llevo ya 5 años. Es un sector del cual me enamoré por los beneficios, la libertad de horario y porque tengo un jefe genial. Desde el principio, fui bien acogida por los compañeros y me han ayudado mucho. He sentido discriminación por parte de algunos clientes, que desconfían de ti por ser mujer. Se cuestionan si les vas a llevar bien. Por suerte son los menos.
La pandemia ha sido muy dura. Hago unas trece horas al día y lo único que encuentras es tristeza en las calles. Pero siempre pones buena cara a los clientes porque son como una pequeña luz al final del túnel.
Fuente: Encuesta interna "El Observatorio de la Mujer" entre taxistas FREENOW
Fecha: Marzo 2021