Cada vez es más complejo garantizar la seguridad de los viajeros de negocios, sobre todo en el transporte terrestre de última milla, esos kilómetros finales de un viaje de empresa en los que a menudo pueden pasarse por alto los riesgos. Nuestro último informe, en colaboración con la Global Business Travel Association (GBTA), pone de relieve lagunas importantes y sugiere opciones para mejorar la seguridad. Pasemos a resumir siete conclusiones clave:
Aunque el 85 % de los programas de viajes tiene políticas en materia de riesgos, solo el 55 % incluye sistemáticamente el transporte terrestre. Las empresas deben integrar las medidas de seguridad de última milla en la gestión de riesgos en los viajes y garantizar que las políticas abarquen todas las modalidades de los viajes por trabajo, incluidos los taxis y las apps de movilidad.
Si bien la mayoría de los programas de viajes analizan los perfiles de riesgo de las empresas, solo el 41 % incluye regularmente los riesgos del transporte terrestre. La norma ISO 31030 insta a las empresas a analizar los riesgos específicos de los desplazamientos de última milla, lo que les permite asignar mejor los recursos y optimizar la toma de decisiones sobre opciones de transporte seguras.
Muchas empresas imparten formaciones sobre seguridad a sus empleados, pero a menudo se omiten los riesgos del transporte terrestre. Impartir cursos exhaustivos sobre seguridad de forma periódica puede sensibilizar a los empleados sobre los posibles riesgos y opciones seguras de viaje, lo que puede suponer una diferencia significativa en situaciones de alto riesgo.
La mayoría de las empresas tiene sistemas de seguimiento de viajeros, pero solo el 24 % puede hacer un seguimiento de los empleados a partir de datos específicos del transporte terrestre. Asociarse con proveedores de transporte con plataformas tecnológicas puede ayudar a subsanar esa laguna, ya que proporciona datos en tiempo real y alertas de seguridad para los empleados que utilizan servicios de última milla.
Los taxis son considerados sistemáticamente más seguros que los coches de alquiler o el transporte público, en parte porque requieren licencias profesionales así como inspecciones. Los gestores de viajes pueden mejorar el duty of care al recomendar servicios de taxi seguros y aprobados como método de transporte preferente en las políticas de viajes de empresa.
Los programas de viajes que establecen acuerdos formales con proveedores de transporte terrestre mejoran tanto la seguridad como la eficiencia. Casi todos los viajeros (94 %) coinciden en que estas asociaciones mejoran la eficiencia del trayecto, y una relación preferente con un proveedor garantiza que los viajeros tengan acceso a opciones aprobadas y más seguras.
Algunos factores de seguridad, como las inspecciones periódicas de los vehículos, las licencias profesionales de los taxistas y el seguimiento en tiempo real, son criterios fundamentales para los gestores de viajes. Hay que priorizar estos elementos a la hora de seleccionar a los proveedores, ya que son vitales para mejorar las normas de seguridad de los desplazamientos de última milla.
FREENOW vela por la seguridad de tus empleados. Aquí tienes algunas formas de maximizar el duty of care de tu empresa en el transporte terrestre:
"La seguridad es una de las razones por las que nos decantamos por FREENOW. Es un aspecto crucial de nuestra solución de última milla. Nuestro objetivo es velar por la seguridad de nuestros empleados mientras viajan por trabajo. Y así ha sido durante los seis años que llevamos utilizando FREENOW for Business. La relación con los taxistas y los propios taxistas marcan la diferencia, y sabemos que nuestros empleados están en buenas manos". Julien THOMAS, director general/asociado en Ginini antipode.Descarga aquí el informe completo.